SEPE-USET

Desempolvan la SEPE–USET

José Carlos Avendaño

El gobernador Mariano González Zarur ordenó sacar la escoba en la Unidad de Servicios Educativos de Tlaxcala (USET) y en la Secretaría de Educación Pública del Estado (SEPE) para hacer una limpieza total en ambas dependencia que son el pilar donde se forman las personas que serán el futuro de Tlaxcala.

La decisión de remover prácticamente a todos los funcionarios del sector educativo da una señal de querer mejorar las cosas, a fin de elevar el nivel de la calidad en la enseñanza y poner orden en los asuntos administrativos de las dos instituciones.

Así como se ha hablado de que se han detectado infinidad de aviadores en otras dependencias del gobierno del estado, la SEPE–USET parece no ser ajena a este problema no sólo administrativo, sino de ética y honradez de quienes cobran cada quincena y en algunos casos ni siquiera hacen acto de presencia en un aula o en una oficina para devengar lo que los ciudadanos les pagan.

Tras la descentralización del sector educativo en los estados se autorizaron infinidad de plazas, pero no todas fueron asignadas a una persona, a tal grado que en los últimos años hay más de un centenar de claves que son cobradas, sin embargo no hay un responsable que devengue ese dinero que se llevan a los bolsillos.

Así que la nueva contralora interna de la USET, Leticia Santillana Gracia tendrá que echarse un clavado en la nómina de la institución, la cual está integrada por más de 20 mil trabajadores de la educación, a efecto de detectar esas plazas que han sido cobradas en los últimos años por unas cuantas personas, pero que no son aprovechadas para cubrir la falta de maestros en varios planteles del estado, lo cual ha provocado múltiples inconformidades entre los padres de familia, quienes ven a sus hijos perder el tiempo ante la indiferencia de los directivos.

Ojalá que la nueva mentalidad del titular de la SEPE–USET se extienda hasta las dos secciones del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) para deshacerse de los “comisionados” que no hacen nada y mejor regresen a sus clases.