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MOVIENDO TAPETES 2013

Di NO al Teleton

En México este es uno de los eventos masivos que deja más dinero que en otro país, digamos que aquí nos venden fácil la idea de que debemos ser generosos con los demás. La verdad de todo es que las empresas hacen un enorme negocio al aparecer en un horario estelar con el mayor rating de la televisión, y lo que las empresas buscan es precisamente esa imagen hipócrita de filántropos humanitarios, cuando en realidad se están haciendo publicidad a muy buen precio. Más que apoyar una causa justa, alimentan la mercadotecnia que mueve a la gente para donar una cantidad que es aparentemente duplicada por los organizadores del evento, sí algo me irrita mas es que abusen de la ignorancia del pueblo y nuestra credibilidad poniendo comerciales de gente que realmente sufre para darnos lastima y así donar.

El Teletón le ha servido a grandes medios y grupos corporativos, principalmente a Televisa y Banamex, para construir credibilidad, que en los actuales tiempos es muy necesario para ellos y que agrega un alto valor intangible para sus empresas. Entendamos de una vez que detrás de todo este movimiento hay una intencionalidad comercial y económica, pues los medios al participar en el Teletón, lo que están construyendo es la credibilidad que realmente no tienen y ésta, a su vez, se refleja en una ampliación de la cartera de clientes y en ventas mucho más elevadas.

Televisa cobra muy bien a los participantes “solidarios” de esta cruzada por los niños con discapacidad. De esta forma, ante los ojos de los televidentes, los medios están cumpliendo una función altruista y humanitaria, pero internamente la lógica que se impone en la empresa es más bien de ambición por dinero. Televisa convirtió la influencia humanitaria de la madre Teresa de Calcuta y Diana Laura Riojas viuda de Colosio en un concepto mercadotécnico, en un negocio y una acción masiva gracias al respaldo de los grupos económicos más importantes del país.

Ahora resulta que los empresarios quieren la unidad nacional y la participación social por una causa noble que comprometió desde el principio el apoyo y respaldo de grandes personalidades del espectá**lo, como la hipócrita de Lucero y el “brillante” periodista ex televiso Guillermo Ortega, entre otros que todos conocemos.

El Teletón es todo un negocio que involucra solo a artistas del canal de las estrellas, presentadores faltos de audiencia, bancos, negocios, empresarios, y miles de mexicanos de buena voluntad. Esta campaña de las empresas solo puede tener éxito con la influencia de Televisa, las “celebridades” que lo promueven, la culpa y lástima que Televisa nos hace sentir al manipular nuestros sentimientos con las historias de niños y jóvenes con capacidades diferentes, y la idea de que solo nosotros los podemos ayudar.

En el Teletón todos los empresarios millonarios apoyan la iniciativa de caridad pues eso les ayuda a mostrar hipócritamente una cara más amable en un mundo en el que la brecha entre ricos y pobres se hace cada vez más profunda. Somos los pobres los que además de donar, compramos determinados productos adheridos a la campaña en apoyo. Los ricos disponen de generosas cámaras en foros de televisión, que muestran lo buenos y generosos que son, a pesar de que ellos tiran apenas unas migajas de sus enormes fortunas.

El Teletón además, ha servido para que hasta ahora el gobierno se desentienda de una obligación que compete en lo fundamental al Estado, atender a los niños discapacitados de escasos recursos, y para promover la imagen de un México como un país bueno y solidario en el que se puede invertir con atractivas ganancias. La verdad es que en el último año, los mexicanos nos hemos vuelto más intolerantes, racistas, clasistas e individualistas, como consecuencia de las actitudes irracionales de quienes para fin de año, nos piden unidad y solidaridad. El Teletón ha ayudado mucho, pero también ha hecho más ricos a sus creadores y promotores con el dinero del pueblo. La ambición por el dinero nos ha pedido superar la meta fijada cada año, y es que cada año que han invertido en este negocio de los medios les ha dejado ganancias multiplicadas para invertir el siguiente año en Televisa, solo que olvidan que la gente sigue viviendo con el sueldo de hace años y la manipulan en la época del año menos difícil para donar por la causa.

Con todo respeto y apoyo a quienes se han beneficiado y lo harán, de los CRITS TELETÓN, no dejo de reconocer la importancia de este evento por su causa original, pero que ahora entiendan de una vez que se cometió un gran error al atentar contra la libertad del pueblo. Todo lo que he argumentado es cierto y no lo he dicho por ofender a nadie ni por hacer a un lado la prioridad de dar la mano a quien la necesita de corazón, lo que no me parece es que apoyemos el negocio de unos cuantos por encima del dolor de mucha gente. Yo por mi parte sugiero que el Teletón no sea televisado y que los donadores sean anónimos para que deje de ser comercialmente atractivo y legítimamente humanitario.

Los mexicanos deberíamos entender que ayudar al prójimo no es solamente un día en diciembre que a una televisora se le ocurrió, si no todos los días del año y sin mirar a quien. Así que sugiero que el dinero que tienen planeado donar este 7 y 8 de Diciembre mejor dáselo tu mismo a alguien que realmente lo necesite ya que no hay mejor satisfacción que hacer el bien y ayudar.

1 comentario

a garza -

amargado que escribiste esto!!!