La triste realidad de nuestros gobiernos

Circula por Internet este mensaje llamado "La Triste Realidad". En el gobierno de México pasa lo siguiente: ¿Vas a tener relaciones sexuales? El gobierno te facilita los preservativos ¿Ya las tuviste? El gobierno te ofrece la píldora del día siguiente.

¿Has quedado embarazada? El gobierno garantiza el consultorio y el obstetra a través del Seguro Popular o el IMSS y la trabajadora social.

¿Pero tuviste el niño? El gobierno te regala el parto, la leche para el niño y un ajuar completo, luego la ayuda económica, la guardería y el jardín infantil ¿Eres vago y no te gusta trabajar? El gobierno te concede una ayuda, becas para tus hijos y una vivienda de interés social en la que tendrás subsidios por los servicios básicos (agua, luz, etc.).

¿Eres alcohólico? El gobierno te atiende a través del servicio de salud ¿Eres drogadicto? El gobierno te proporciona asistencia en centros especializados ¿Eres un inadaptado? El gobierno vela por tu integración social, con inversiones en proyectos sociales, después de mucho dinero gastado en ti.

¿Tú sigues molestando a la sociedad, cometes un delito y vas a la cárcel? El gobierno te mantiene mientras estás adentro y da ayuda social para tu familia y para cuando salgas te dará asistencia de reinserción social antes que buscar trabajo y puedas así seguir robando.

¡Ahora, prueba estudiar, trabajar, producir, a ver qué ocurre!

El gobierno te sube la matrícula, las patentes, los impuestos, la tasa de interés y te sube la gasolina y la electricidad, para pagar todo lo anterior, entre otras cosas.

Moraleja: fornica, aborta, procrea, fuma, bebe, delinque. Sé un vago de primera, pero nunca jamás, se te ocurra ponerte a estudiar y trabajar.

Eso no lo financia el gobierno –sólo en la escuela pública– y tendrás que mantener a todos los mantenidos y buenos para nada que hay en el país. (Incluidos todos los anteriores, además de diputados y burócratas)

Es más, si pones barricadas y quemas camiones, hasta una diputación o un puesto público te dan. Como dijo Ripley: ¡Aunque usted no lo crea! ¡Viva México! Amolados, pero libres...