EL COBRAT

En el presupuesto de egresos que aprueba el Congreso local para 2011 destaca el crecimiento que se otorga a dos instituciones de educación media superior, lo que significaría la preocupación del Ejecutivo para atender a un mayor número de estudiantes.

La intencionalidad del gobierno blanquiazul nunca estuvo orientada al beneficio de los jóvenes sino a los burócratas que sirvieron en su administración que con el cambio virtualmente quedarían desempleados, por lo que se acudió a la premisa de ubicarlos, aunque fuera de maestros.

Para concretar la decisión, lo primero que se hizo fue ubicar al frente de las instituciones a viejos conocedores del sistema que se habían distinguido por una vida profesional ligada a la corrupción, y lo mismo se hizo, apoyando la elección o reelección de dirigentes sindicales.

Docentes que llevaban años laborando por obra y tiempo determinado, se encontraron de pronto con que no les sería renovado su contrato y, por lo tanto, quedaban despedidos. En el caso del Cobat la decisión fue operada por la dirección general y respaldada por los sindicatos. 

La comunidad académica, de administración y de servicios se sorprendió que de la noche a la mañana aparecieron como trabajadores del sistema personajes de primero y segundo nivel de la administración pública y además fueran designados como jefes de materia, coordinadores, directores técnicos, etc., ¡si nunca habían trabajado en el sistema!

La sorpresa fue tan brutal que ni los perredistas protestaron en contra de que funcionarios panistas sin ninguna experiencia se convirtieran en los mentores de los jóvenes, lo que sacó a la luz una segunda intención: convertirlos en carne de cañón para las campañas políticas.

La operación culmina con la designación del ex subsecretario de Educación Básica como director general, lo cual les posibilita a todos los recién nombrados reunirse y convertir el Cobat en una especie de gabinete alterno, con recursos suficientes para influir en las elecciones de 2012 a favor de Convergencia y del PAN.